ÁCIDO
HIALURÓNICO Y SUS APLICACIONES OFTALMOLOGICAS
El ácido
hialurónico(AH) es un polímero de alto peso molecular, que se obtiene de forma
natural. Está presente en los mamíferos rellenando los
espacios intercelulares. Es un material biocompatible, biodegradable, con
propiedades viscoelásticas e interacción con el agua únicas que lo hacen
extremadamente adaptable a las necesidades de los productos médicos y
oftálmológicos.
En el cuerpo
humano se encuentra principalmente en piel, matriz celular, articulaciones y cordón umbilical. En el ojo,
el ácido hialurónico se encuentra en las lágrimas, en el humor vítreo, en la córnea y en la esclera.
La capacidad del
AH de ser uno de los lubricantes naturales del ojo ha llevado a aplicarlo en
oftálmológia como reemplazo del humor vítreo natural, para protección del
endotelio corneal contra el trauma mecánico durante cirugía y para imitar a las
lágrimas naturales en el tratamiento del ojo seco.
Existen muchas
marcas de lágrimas artificiales cuyo componente principal es el hialuronato de
sodio, incluso, recientes estudios han descrito que las lágrimas de ácido
hialurónico son mejor toleradas que aquellas preparadas con el propio suero del
paciente, en casos de ojo seco severo. Las lágrimas artificiales con ácido
hialurónico son particularmente útiles en el ojo seco por evaporación de la lágrima, como sucede en los casos de
blefaritis. En las conjuntivitis, las lágrimas de hialutonato de sodio se
pueden usar para mitigar los síntomas irritativos.
En la cirugía de catarata, el ácido hialurónico
viene siendo muy utilizado como sustancia viscoelástica, con el objetivo de
proteger la córnea y mantener el espacio intraocular durante el procedimiento,
permitiendo la realización de las maniobras necesarias para extraer una
catarata y colocar un lente intraocular.
El uso de ácido
hialurónico en ojeras es cada vez más extendido por sus bajas complicaciones, reversibilidad
y seguridad para la superficie ocular.
Se aplica en el surco nasoyugal, que es el hundimiento que se encuentra a la
altura del reborde orbitario inferior. Las complicaciones son mínimas si se
tiene la precaución de higiene en la aplicación, de evitar la sobrecorrección y de usar una cánula para prevenir la
infiltración de un vaso sanguíneo. Los casos de sobrecorrección pueden ser
tratados con la infiltración de una enzima que degrada el ácido hialurónico.
En los últimos
años, se han usado inyecciones de ácido hialurónico para tratar retracciones
del parpado inferior por blefaroplastías o cicatrices, con buenos resultados.
En conclusión, el
uso de ácido hialurónico en diversas presentaciones tiene aplicaciones en
varias de las subespecialidades de la oftalmología.
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