La blefaroplastía es la cirugía de rejuvenecimiento de los párpados. En los párpados superiores, consiste en retirar el exceso de piel que impide que se vea el denominado pliegue de belleza y las bolsas de grasa que por lo general se acumulan en la parte interna del párpado.
El oftalmólogo especialista en cirugía plástica ocular, realiza una evaluación previa del paciente que someterá a una blefaroplastía, en los casos en los que se detecte ojo seco, éste se podrá tratar con lubricantes en gotas y/o en gel y, de ser necesario, se podrán colocar tapones del conducto lagrimal, lo que permite una solución rápida del ojo seco.
El ojo seco se puede derivar de la falta de producción de lágrima, relacionada a medicamentos o a enfermedades autoinmunes como la artritis o el lupus (Síndrome de Sjören) o a la producción de una lágrima que no lubrica, como en los casos de blefaritis (inflamación crónica del contorno del párpado) o cuando hay cambios hormonales.
Para prevenir incómodas complicaciones oculares, es importante que el paciente pueda cerrar sus ojos completamente desde los primeros días después de la cirugía, lo que se produce cuando sólo se saca la catidad de piel necesaria.
El ojo seco se puede derivar de la falta de producción de lágrima, relacionada a medicamentos o a enfermedades autoinmunes como la artritis o el lupus (Síndrome de Sjören) o a la producción de una lágrima que no lubrica, como en los casos de blefaritis (inflamación crónica del contorno del párpado) o cuando hay cambios hormonales.
Para prevenir incómodas complicaciones oculares, es importante que el paciente pueda cerrar sus ojos completamente desde los primeros días después de la cirugía, lo que se produce cuando sólo se saca la catidad de piel necesaria.
El objetivo de una blefaroplastía, es mejorar la estética del párpado, manteniendo su función de proteger el ojo.
Dra.Rocio Ardito
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