En nuestra cultura, está de moda mostrar felicidad. La publicidad muestra por todas partes, rostros sonrientes y relajados. El gesto involuntario de fruncir el ceño, expresa enojo, preocupación o tristeza, por lo que tenemos muchos pacientes que nos buscan para borrarlo. Factores hereditarios, el grosor de la piel, la fuerza de los músculos de la cara, la sensibilidad a la luz y defectos de la visión, son factores que influyen en que se marque o no el surco del entrecejo. Es posible que con unos buenos lentes de sol o gafas de lectura, pueda relajarse el ceño y no se tenga que recurrir a otro tratamiento. Hay personas que fruncen el ceño más que otras y empiezan a hacerlo desde niños, de manera que, al llegar a adultos, tienen un surco pronunciado en la zona, aunque no se contraigan los músculos en ese momento, dando la impresión de que están siempre molestos. En las personas jóvenes con líneas que se empiezan a marcar, la solución más efectiva es colocar toxina b
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